lunes

Formas de morir



Y masticó una a una las cartas que le había escrito.



                                                      Y murió atragantado de sus propias palabras.






Expresar los sentires

                           sin red

                                sin filtro

                                     sin nada...

Sacar las vísceras afuera

                                     el adentro afuera...  




viernes




Hoy no se quién soy... 

quizás la suma de los recuerdo que de mi
                                                                     tienen otros...







martes



A veces la vida se convierte en rincones.
 
                                  Puros rincones que asfixian.

Aprender a salir de ellos es el desafío.

Confieso que prefiero los abismos
                   
                                                        a los rincones.

jueves

Jueves

Viernes me tiene abandonada... será por eso que anoche, en medio de la nada, se me presentó jueves en casa... ahí descubrí que mis charlas con viernes no son mera casualidad, en realidad parece que tengo el don de hablar con los días.

Me visitó un jueves cansado, un tanto ojeroso pero con un estado de ánimo increíble.
Su monólogo giró en tratar de convencerme que es el mejor día de la semana. Se esmeró en eso.

Habló, habló y habló casi sin respirar…

"Imagínate si seré copado que Chesterton me incluyó en el título de uno de sus libros... y mi personaje era policía, si, profesión bastante denigrada por ésta época pero, no te olvides, también era poeta”.
"Y viernes... quién es viernes en la literatura? solo un negro introducido como personaje secundario por Defoe en su novela, para que acompañe a Robinson Crusoe"...

Creo que fue mi gesto adusto y mi cambio de postura lo que provocó en jueves cierta incomodidad. Que quisiera demostrarme su virtud denostando a mi amigo viernes me había puesto de muy mal humor.

Y de pronto la postura de jueves cambió, su pecho inflado se vació, su mentón se escondió y su mirada se perdió en un rincón… y luego de un largo suspiro me dijo:

"Ya se... viernes me supera. Y eso me acompleja. Muchos son los que desean que yo termine rápido para refugiarse en los brazos de viernes... no puedo negarlo, eso a veces me entristece, me provoca celos... No te confundas, Viernes es un amigo. Hemos compartido largas noches de tragos y confesiones. Viernes es de los que paga siempre la cuenta, de los que se acuerda cuál es tu trago preferido, el que tiene el encendedor a mano para prenderte el pucho. Viernes se ríe a carcajadas y te duerme la tristeza. Viernes es de los que te abraza y logra que te olvides del mundo que te rodea".

En la novela de Defoe, Robinson sin Viernes, sin el salvaje Viernes, no hubiera sido nada… yo soy como Robinson, mis proezas sin Viernes serían tristemente secretas".

Me dormí en los brazos de Jueves, pensando en Viernes por supuesto. Pero él nunca se enteró…


Cuerpo que dice...

Escribía una palabra y la hoja la tragaba. Así, sin reparo.

La tapaba con sus manos o con objetos contundentes pero igualmente la hoja la deglutía.

Escribía otra palabra y la tapaba con la mano. Suavemente levantaba la palma y la palabra ya no estaba ahí.

Una letra, dos, diez. Desaparecían como por arte de magia.

Casi vencida por el papel, escribió en la palma de su mano. Allí la palabra permaneció.

Y siguió. Por su brazo, su abdomen, sus pechos, su rostro.

Ahora, su cuerpo dice lo que el papel no le permite...

miércoles



Y se cerraron las puertas y ventanas que dejaban entrar la angustia irreverente
y se abrieron los ojos para mirar profundo, bien adentro
y los labios modularon mil perdones
y los brazos abrazaron las extremidades de otros cuerpos desolados
y las piernas corrieron a la soledad despiadada
y el alma desperezó los rencores...

                               Ahora respirar.
                               Aprender a respirar de nuevo.
                               Inhalar y exhalar, inhalar y exhalar, inhalar y exhalar

Que el aire destape las arterias tapadas por
el miedo, por la angustia, por la culpa
y que la sangre recorra los rincones.


                               Ahora a vivir. Aprender a vivir de nuevo.