miércoles



Y se cerraron las puertas y ventanas que dejaban entrar la angustia irreverente
y se abrieron los ojos para mirar profundo, bien adentro
y los labios modularon mil perdones
y los brazos abrazaron las extremidades de otros cuerpos desolados
y las piernas corrieron a la soledad despiadada
y el alma desperezó los rencores...

                               Ahora respirar.
                               Aprender a respirar de nuevo.
                               Inhalar y exhalar, inhalar y exhalar, inhalar y exhalar

Que el aire destape las arterias tapadas por
el miedo, por la angustia, por la culpa
y que la sangre recorra los rincones.


                               Ahora a vivir. Aprender a vivir de nuevo.