martes

Conmorir...



Ella tenía un gato. Él un canario.

Ellos se enamoraron en un bar... un sábado cualquiera de otoño...

Ella vivía en un departamento en la zona sur. Él, en un casa en el microcentro.

¿Para qué vivir separados si podemos hacerlo juntos?, se preguntaron.

Y con más de 45 ambos emprendieron, por primera vez, la aventura de vivir con otro... 

Convivir

Si hay amor todo se puede, decían.

Un sábado cualquiera de primavera despertaron para desayunar.
Es escenario los atormentó.
El gato se había comido al canario. Una pluma amarilla asomaba de su hocico.

Con el cuchillo para untar, él mató al gato.
Con el vaso de la licuadora, ella lo mató a él.

Incompatibles... 





sábado

Se agota el cuerpo...

Se agota el cerebro...

Se agota el espíritu...

               
                          Que no se me agote la vida... 









Hay encuentros que potencian nuestras energías y nos dan alegría 

                                                      los que las disminuyen y producen tristeza. 


Cuando dos cuerpos se convienen entre sí, multiplican su potencia.


Y cuando no lo hacen se produce un mal encuentro, 

                                                     semejante a una especie de envenenamiento




viernes

Llanto agridulce
Llanto irónico


    
    
      Llanto desganado
      Llanto disparador
      Llanto silencioso
      Llanto alegre
      Llanto maldito

    


Llanto que carcome lo que toca
Llanto que penetra por el sitio inadecuado

Llanto de angustia aún no reconocida





sábado


Y...


Primero fue un punto. Un punto seguido. 
Quizás tres puntos...



                    
                       Y él se cruzó. Y los poros de ella se abrieron.
                       Y cruzaron palabras escritas sin errores ortográficos.
                       Y llenaron los silencios con pensares. Y se conocieron.

Y se vieron. Y llenaron el silencio con palabras. Y se rieron. Y él abrió el alma. Y ella se permitió entrar. Y se miraron. Y se reconocieron. Y él no se atrevió. Y ella quiso salir. Y se rieron. Y él se atrevió. Y ella quiso quedarse. Y se rieron


Y fueron osados.


Y se besaron. Y se rozaron. Y fluyeron. 


Y se salvaron de tanto pensarse.


Quizás no era hoy. 

Quizás debió ser ayer. 
Seguro será mañana. 

Despertares


Hoy desperté viendo el mar en éste rincón montañoso.


El mar que hace tanto no veo, huelo, toco y siento


Amanecí feliz. Esa felicidad que permite transportarte sin espacio ni tiempo.

Aproveché para transportarme a los lugares queridos, a mis lugares

Me reuní con gente querida, mi gente de siempre, los de ahora, los de mañana.

Mis sabores y olores preferidos todavía me acompañan.

Y con esta sonrisa casi tatuada en mi cara me digo una y otra vez:

                                              
- Espero no mal acostumbrarme


viernes

Con las alas desplegadas

     Merodeando almas ajenas

Desalojada de la noche

       Inquilina de sueños