Y ella dijo:
"Él podría partirme la cabeza...
a él podría acariciarlo hasta la muerte...
Pero no me atrevo...
Él podría hacerme volar.... me volvería etérea por él...
Pero no me atrevo...."
Algunas veces se me ocurren cosas... otras, el silencio se vuelve aterrador... de eso se trata...
jueves
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
lunes
Se atragantan las palabras
La inspiración se pierde bruscamente
Un gesto que amarga la alegría
La inspiración se pierde bruscamente
Un gesto que amarga la alegría
sólo uno...
Impotencia
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
viernes
Me alcanza con sólo las miradas...
y luego el tacto...
y luego el tacto...
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
martes
Conmorir...
Ella tenía un gato. Él un canario.
Ellos se enamoraron en un bar... un sábado cualquiera de otoño...
Ella vivía en un departamento en la zona sur. Él, en un casa en el microcentro.
¿Para qué vivir separados si podemos hacerlo juntos?, se preguntaron.
Y con más de 45 ambos emprendieron, por primera vez, la aventura de vivir con otro...
Convivir
Si hay amor todo se puede, decían.
Un sábado cualquiera de primavera despertaron para desayunar.
Es escenario los atormentó.
El gato se había comido al canario. Una pluma amarilla asomaba de su hocico.
Con el cuchillo para untar, él mató al gato.
Con el vaso de la licuadora, ella lo mató a él.
Incompatibles...
Ella tenía un gato. Él un canario.
Ellos se enamoraron en un bar... un sábado cualquiera de otoño...
Ella vivía en un departamento en la zona sur. Él, en un casa en el microcentro.
¿Para qué vivir separados si podemos hacerlo juntos?, se preguntaron.
Y con más de 45 ambos emprendieron, por primera vez, la aventura de vivir con otro...
Convivir
Si hay amor todo se puede, decían.
Un sábado cualquiera de primavera despertaron para desayunar.
Es escenario los atormentó.
El gato se había comido al canario. Una pluma amarilla asomaba de su hocico.
Con el cuchillo para untar, él mató al gato.
Con el vaso de la licuadora, ella lo mató a él.
Incompatibles...
Etiquetas:
Historias
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
sábado
Se agota el cuerpo...
Se agota el cerebro...
Se agota el espíritu...
Que no se me agote la vida...
Se agota el cerebro...
Se agota el espíritu...
Que no se me agote la vida...
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
Hay encuentros que potencian nuestras energías y nos dan alegría
los que las disminuyen y producen tristeza.
Cuando dos cuerpos se convienen entre sí, multiplican su potencia.
Y cuando no lo hacen se produce un mal encuentro,
semejante a una especie de envenenamiento
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
viernes
Llanto agridulce
Llanto irónico
Llanto desganado
Llanto disparador
Llanto silencioso
Llanto alegre
Llanto maldito
Llanto que carcome
lo que toca
Llanto que penetra
por el sitio inadecuado
Llanto de angustia
aún no reconocida
Salta, Argentina
Argentina
Vivo en mi propio manicomio... rodeada de mi y de algún que otro incauto
Suscribirse a:
Entradas (Atom)