jueves

Cuerpo que dice...

Escribía una palabra y la hoja la tragaba. Así, sin reparo.

La tapaba con sus manos o con objetos contundentes pero igualmente la hoja la deglutía.

Escribía otra palabra y la tapaba con la mano. Suavemente levantaba la palma y la palabra ya no estaba ahí.

Una letra, dos, diez. Desaparecían como por arte de magia.

Casi vencida por el papel, escribió en la palma de su mano. Allí la palabra permaneció.

Y siguió. Por su brazo, su abdomen, sus pechos, su rostro.

Ahora, su cuerpo dice lo que el papel no le permite...

miércoles



Y se cerraron las puertas y ventanas que dejaban entrar la angustia irreverente
y se abrieron los ojos para mirar profundo, bien adentro
y los labios modularon mil perdones
y los brazos abrazaron las extremidades de otros cuerpos desolados
y las piernas corrieron a la soledad despiadada
y el alma desperezó los rencores...

                               Ahora respirar.
                               Aprender a respirar de nuevo.
                               Inhalar y exhalar, inhalar y exhalar, inhalar y exhalar

Que el aire destape las arterias tapadas por
el miedo, por la angustia, por la culpa
y que la sangre recorra los rincones.


                               Ahora a vivir. Aprender a vivir de nuevo.






viernes

Desplegar las alas. Abrir el alma. 

              Dolor y redención. Angustia. 

Crecer. Permitir que el tiempo recorra nuestro cuerpo,
                                                             por dentro y por fuera

Endurecerse. Ablandarse.  
                                     Y volverse a endurecer si es necesario.
 Y ablandarse nuevamente, porque si.

               Distinguir los sutiles cambios que completan.

Felicidad. Alegría.
                            De a ratitos, a veces prolongados.

Silencios. Palabras. No palabras. 

Verdades. Mentiras.

                Sabores. Dulces, salados, agridulces.

Sentires. Decires.

                Abrazos. Desprecios. Miradas. Caricias. Roces.

Amores.
          Todo tipo de amores. 

Orgasmos. Pasiones.

Música. Libros. Colores.


Cielos, pastos, rutas, mares, arenas y montañas distintas. 
        
         Búsquedas.
Encuentros y desencuentros.

Viajes hacia afuera y hacia adentro.   
                                                      Por afuera y por adentro.



Vida... esencialmente, vida...



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Por y para mi Anita...















lunes

Y ella dijo:

"Lo extraño. Si digo que lo he visto 10 veces desde que lo conozco, creo que exagero. Pero igual lo extraño.

Cada vez que lo veo mantengo una distancia prudente. Temo por mis reacciones. Quizás mi cuerpo se arroje sobre él sin siquiera pedirme permiso.

No es que lo quiera para toda la vida. En realidad lo quiero todo vivo.

Todo mío por unos minutos, una vez a la semana o al mes o al año o cada cinco años...
o sólo una vez en la vida"


Ella dijo no más de dos palabras, pero su cuerpo entero hablaba...







...



El silencio dice todo sin decir. Dice sin palabras, sin comas, sin puntos, sin reglas ortográficas. 

Nosotros entre nosotros, para nosotros, somos palabras. 
O nos dejamos en las palabras. 

Soy palabra para vos. Digo y eso es lo que soy. Muy poco.

Espero, siempre, más silencio, lleno de todo.








domingo

Tener bocas palabras. Lindo sería.

Palabras bocas haciendo, diciendo,
                         soltando, creando...

Digo con la boca, o sea, 
             la palabra en la boca.

Digo con la boca palabra unas pocas palabras                              que tanto dicen. 

Digo con la boca palabra esa palabra, 
                esa que nace en el estómago y recorre uno a uno cada órgano vital para, finalmente, dejarse llevar por el aire y perderse en el adentro de otro. 








sábado

Sos parte de mi todo y eso me esta doliendo... 

¿Qué es una palabra tachada? ¿Qué es lo que dice una tachadura sin la excusa de lo que se tacha? ¿tachar la nada? 

Tachar, ocultar. 
                        Tachar es el terrible evidenciarse de                                                         un arrepentirse. 

Borrar es lo contrario,
es el gesto del olvido a secas. 

Tachar es la posta del dolor, de su huella. 
La cicatriz que impide el olvido de lo que se quiso hacer desaparecer haciéndolo aparecer más.

El recuerdo se queda en las cosas, la memoria se impone como dolor y redención, habita la mirada que adivina lo que fue sin saberlo nunca: la cicatriz que empuña el recuerdo oculta y muestra lo que hubo, lo que siempre hubo, lo que hay para siempre, la insinuación del olvido que inaugura como un gesto imperceptible la marca de la memoria.